Es uno de los días más bonitos del año en la Hermandad. Los niños arremolinados en torno a la Virgen de la Paz. Cada vez que Nuestra Madre baja para ofrecernos su mano, a los primero que recibe siempre es a los niños.
En primer lugar fueron presentados todos los que durante el pasado año fueron bautizados en la Parroquia de San Sebastián. Y posteriormente recibieron su medalla de hermanos todos los niños que han ingresado en los últimos meses en la Hermandad.
Más de cincuenta pequeños vivieron su primera experiencia al lado de María Santísima de la Paz, la Virgen que ya durante toda sus vidas tendrán como referencia y causa de su devoción.
Un día maravilloso en el que esta bendita tradición nos demuestra una vez más que pasa de padres a hijos sin solución de continuidad.
Que la Virgen de la Paz bendiga siempre a sus niños.