31 de octubre de 2012
Gracias a todos los hermanos que de alguna forma u otra habéis participado en el Solemne Triduo que finalizó el Domingo con la Función en Honor a María Santísima de la Paz.
Gracias a Don José María Garrayola por su magnífica predicación poniendo siempre a María de la Paz como ejemplo de Madre y espejo en el que fijarnos para seguir sus pasos. “Ella fue la primera que confió en el Señor, dando un auténtico ejemplo de Fe”. Gracias a Don Isacio por la magna Función de final.
Y gracias a todos los que habéis contribuido a realzar este culto con un magnífico altar, auténtica arquitectura efímera sevillana, para mayor Gloria de la Madre de Dios.