El pasado martes 8 de septiembre, festividad de la Natividad de la Virgen, el Sr. Arzobispo, D. Juan José Asenjo, bendijo las nuevas dependencias de nuestra Hermandad de la calle Brasil. Estas dependencias permitirán la mejor conservación de enseres, servirán para la organización de actos paralelos que las dependencias anexas a la parroquia no tienen capacidad, disponen de una zona reuniones y atención a hermanos, una de almacén y otra de taller de priostía. Asimismo, alojan el archivo histórico documental. Si bien la atención diaria a los hermanos se mantendrá, como hasta ahora, en la c/San Salvador, la nueva casa permitirá la distribución de labores propias de la hermandad con un mucho mayor desahogo de espacios.
El deseo de todos es que lo antes posible podamos celebrar un acto de apertura todos los hermanos, lo que será señal de que la situación de crisis sanitaria y social en la que nos encontramos desde hace meses toca a su fin.
Felicitémonos todos los hermanos de La Paz y pongamos nuestra casa al servicio de la paz, de la formación y de la caridad para mayor gloria de Dios y de sus Bendita Madre de la Paz, como nos pedía el señor Arzobispo en sus palabras previas a la bendición y que igualmente, como recalcaba nuestro Hermano Mayor, este local sirva para fortalecer nuestra formación cristiana, robustecer nuestra fe, cuidando la piedad y la vida interior de nuestros hermanos y también su amor a la Iglesia.
Adjuntamos el texto completo del discurso de inauguración y agradecimiento de nuestro Hermano Mayor.
Discurso de inauguración y agradecimiento de nuestro Hermano Mayor
Excelentísimo y Reverendísimo Señor Arzobispo.
Señor Párroco de San Sebastián y Director Espiritual de nuestra Hermandad, querido D. Isacio.
Ilmo. Sr. Coronel Jefe del Regimiento de Guerra Electrónica nº 32, hermano protector.
Queridos hermanos todos.
Las palabras que tenía escritas para la ocasión distan mucho de las que a continuación os voy a decir. Estaban escritas para decirlas en un contexto diametralmente distinto al que concurre en el día de hoy. El día 16 de marzo dispuesto inicialmente para la bendición del local estaba señalado en rojo como día grande en la historia de nuestra hermandad, y además eran días que presagiaban a lo lejos un nuevo y radiante Domingo de Ramos en el Porvenir. Desgraciadamente ocurrió lo que nunca hubiéramos imaginado y ese día tan esperado estábamos confinados en casa tras decretarse el estado de alarma.
Se dice que los designios de Dios son inescrutables y bien que lo hemos podido comprobar los hermanos de la Paz con motivo de la bendición del local ya que la pandemia conllevó que durante unos meses estas dependencias fueran utilizadas, tras un ímprobo trabajo de tantísimos hermanos, en la recogida y entrega de alimentos a muchísimas familias necesitadas. Qué mejor forma de inaugurar el local que ayudando a los más necesitados.
Igualmente quisiera tener un recuerdo muy especial a todos aquellos hermanos que nos precedieron en la historia de nuestra hermandad y que no pueden estar disfrutando de estos momentos con nosotros. ¿Quién les iba a decir que una noche como la de hoy estaríamos bendiciendo e inaugurando unas nuevas dependencias de nuestra hermandad porque la actual Casa de hermandad de la Calle San Salvador se nos había quedado pequeña?
Y es que el crecimiento que nuestra Hermandad ha tenido en los últimos años ha sido realmente espectacular. Si ya antes de la Coronación de nuestra Madre tuvimos un leve crecimiento, tras la celebración de las efemérides del 75 aniversario y de la propia Coronación, el crecimiento ha sido vertiginoso, y, lo que es más importante, sostenido en el tiempo, superando ya nuestra nómina de hermanos ampliamente los 5000. Gestión de más de 5000 hermanos que lógicamente ha hecho que la actual Casa de Hermandad, con sus escasos 100 metros cuadrados, se nos haya quedado a todas luces insuficiente.
Por ello, desde hace ya algún tiempo nos pusimos a la búsqueda de algún local cercano a la Hermandad para poder conservar mejor nuestros enseres, cada vez más numerosos, y ofrecer un servicio más adecuado y digno a nuestros hermanos.
La inauguración de estas nuevas dependencias acarreará a la Hermandad el adecentamiento de los espacios en las dos plantas de la Casa de Hermandad, que lógicamente seguirá siendo nuestra sede principal y la que está cerca de los Sagrados Titulares y de la Parroquia; una amplia zona expositiva; la mejor conservación y almacenamiento de nuestros bienes y enseres; un salón de actos multiusos y diáfano con capacidad para más de 100 hermanos; salas de reuniones y atención a hermanos; un pequeño taller de priostía; la sede del archivo documental histórico; el alojamiento del Paso de la Virgen del Prado, un lugar de realización de actividades ocasionales que se proyecten...
En un día como el de hoy es el momento de dar las gracias.
Agradecerle al Excelentísimo señor Arzobispo, de todo corazón, en nombre de todos los hermanos de la Paz, el cariño y cercanía que siempre ha mostrado con la Hermandad de la Paz y que se refrendó en la inolvidable Coronación Canónica de nuestra Madre el lejano, a la par que cercano, 1 de octubre del año 2016 y en su predisposición a estar compartiendo con nosotros este momento tan especial como es la bendición de estas nuevas dependencias. Muchísimas gracias de todo corazón.
A nuestro Párroco, querido D. Isacio, por su colaboración constante con la hermandad. Como no puede ser de otra forma, nos consideramos un grupo parroquial más, el más numeroso pero también el que posiblemente más problemas diarios le ocasione. Gracias por estar siempre con esa magnífica predisposición con su hermandad cada vez que precisamos algo y está en sus manos ayudarnos. ¡Cuántas veces al año tenemos que acudir a su agenda para poder realizar en las dependencias parroquiales multitud de actos que en nuestra casa de hermandad no podemos! Reuniones de los diferentes grupos de la Misión cofrade; reuniones de colectivos (diputados, Comisiones de caridad...); Cabildos generales; sesiones del Foro Nuestro Padre Jesús de la Victoria, las convivencias de navidad; igualás de costaleros, Pregón de la Juventud...Ni que decir tiene que este local desde ahora mismo se pone a disposición de la Parroquia para lo que ésta precise.
A la Junta de Gobierno que tengo el inmenso honor de presidir. Sin vuestro esfuerzo hubiera sido del todo imposible. Permitidme que el agradecimiento lo personalice en nuestros Mayordomos, Concha y José Manuel, y en nuestro Archivero-Bibliotecario, Pablo, por tantas horas de dedicación.
A tantísimos hermanos que han trabajado denodadamente en la adquisición, equipamiento y adecentamiento de este local y que hoy no pueden estar disfrutando de estos momentos con nosotros por las debidas restricciones.
Y cómo no, a todos los hermanos de la Paz que han tenido la paciencia y comprensión necesaria con esta Junta de Gobierno durante estos dos años y medio que ha tardado la ejecución de las obras.
Ya por último pedirle al Señor de la Victoria y a su Bendita Madre la Virgen de la Paz, que sea éste un lugar de auténtica convivencia fraterna de todos los hermanos de la paz, un espacio de diálogo, de colaboración, de perdón y de amistad, un lugar de paz.
En definitiva que este local sirva para fortalecer nuestra formación cristiana, robustecer nuestra fe, cuidando la piedad y la vida interior de nuestros hermanos y también su amor a la Iglesia para que los hermanos de la Paz seamos verdaderos amigos de Dios y estemos siempre comprometidos en la evangelización. Y todo ello sin olvidar, como dice nuestro querido Arzobispo en su carta pastoral que acaba de publicar con motivo del inicio del curso pastoral, que el mismo sea fecundo en frutos al servicio de nuestros hermanos más pobres; que profundicemos en la verdadera identidad de nuestras instituciones de caridad; que nos persuadamos de la necesidad y de la importancia de las bases sobrenaturales de nuestro compromiso social y caritativo y que siempre estemos convencidos de que, detrás de los pobres a los que servimos, está el Señor y que nunca perdamos la inquietud interior de ser en todo padres, madres y hermanos de tantos huérfanos de amor, de tantos pródigos que sufren como consecuencia de tantas heridas físicas o morales.
Elevando al Señor de la Victoria y a María Santísima de la Paz, en el día que celebramos la Fiesta de su Natividad, una oración por el eterno descanso de las víctimas de esta pandemia, por el consuelo de sus familiares y por todos los hermanos de la Paz que ya gozan de un permanente Domingo de Ramos, recibid un fuerte abrazo en el Señor.
Manuel Núñez Gómez