Volvemos a rezar hoy juntos ante Nuestro Padre Jesús de la Victoria. Asumimos nuestros sacrificios siguiendo su ejemplo, sabiendo que nos acompaña en esta prueba que vivimos en estos días y que se plasma en el esfuerzo propio y de tantos hermanos nuestros.
Nos ponemos en presencia de Dios con esta oración que nos ofrecía nuestro vicario parroquial, D. José María, en el pasado Quinario.