Dicen que el genio de Pepe Delgado no para ni en el hospital, por donde ha tenido que pasar para experimentar una mínima restauración. Dicen que mataba el tiempo con su blog y que en un periquete diseñó un relicario para la hermandad del compañero de cuarto. Lo que pasa es que tanto él como sus hermanos Ángel y Francisco Javier con los que conforma el ya mítico taller sevillano de orfebrería saben crear cuando hay que hacerlo y respetar cuando hay que quitarse el sombrero.
Con la Paz van a tener ocasión de poner en práctica ambos principios que solo los grandes ejercitan con la misma pasión. De taller va a salir la elegante diadema que utilizará la Virgen para acudir a la Catedral el vísperas del próximo 1 de octubre y también la corona de la Virgen diseñada por Joaquín Castilla y elaborada por Juan Fernández tal y como fue creada, con su aspecto original, aunque enriquecida con rica pedrería.
Vamos por partes. Se había desfigurado el diseño original con una intervención que se va a revertir, para ello ha sido necesario desmontar una por una todas las piezas de la magnífica presea y proceder a limpiar las soldaduras y a tapar los huecos de algunos taladros que se le habían realizado a diferentes piezas. “La hermandad nos pidió que deshiciéramos esta intervención.
Yo estoy de acuerdo en que no encajaban bien esas aportaciones que se le hicieron. Se le sustituyó el orbe y la cruz y eso desfiguraba un tanto la pieza. Ahora volverán a ser los originales de Fernández.”
Para eso ha sido necesario desmontar toda la corona. Sobre la mesa del taller de la calle Goles están dispuestas las distintas piezas de una verdadera joya de la orfebrería sevillana y los ojos curiosos de los amantes de estas cosas se detienen en los recovecos caprichosos de aquel neogótico tan detallista.
Sobreviene cierto temor como de niño que ha hecho una trastada y ha desmontado un complicado mecanismo casi imposible de volver a reconstruir. Pero bueno, están los Delgado… “ Sí se van a labrar nuevos los escudos del canasto: los del obispo, la diócesis, el papa, la ciudad de Sevilla…”
La corona se va a enriquecer con aportaciones de donantes, algunos de los cuales han visitado el propio taller. “Nosotros vamos a realizarle el boquillaje para que el engarzador coloque las nuevas piedras: esmeraldas y diamantes que van a dar color a la cruz original y a las doce estrellas que salpican la ráfaga y que representan a los apóstoles y a las tribus de Israel”.
Autor: Antonio Cattoni. Publicado en http://sevilla.abc.es/pasionensevilla/ el 16 de junio de 2016.
Fotografías: José Javier Comas Rodríguez