Siempre he pensado que en Sevilla solemos vivir la ilusión de las vísperas con mayor gozo incluso que las celebraciones en sí. Forma parte de nuestra particular forma de ser y de vivir, y también ocurre cuando se trata de acontecimientos que tienen que ver con nuestra fe.
Con alegre esperanza soñamos ya con el 1 de octubre de 2016, fecha señalada para la Coronación Canónica de María Santísima de la Paz, y para ello nos preparamos con un año cargado de acontecimientos, que nos van a disponer para este hito único y extraordinario en la vida de nuestra Hermandad. En el horizonte, por tanto, un año para coronar a María.
Por una parte, lo haremos unidos a la Iglesia universal, que ha sido convocada por el Santo Padre el Papa Francisco a celebrar el Año Jubilar de la Misericordia, y que comenzará el 8 de diciembre de 2015. La idea central del Papa, tal y como pone de manifiesto en la Bula Misericordiae Vultus, es la necesidad que tiene la Iglesia de contemplar el misterio de la Misericordia, como “acto último y supremo con el que Dios viene a nuestro encuentro”, pero también como “ley fundamental que habita en el corazón de cada persona cuando mira con ojos sinceros al hermano que encuentra en el camino de la vida”. Ambas dimensiones han de ser tenidas en cuenta por todos los hermanos de la Paz en un año en el que, unidos a toda la Iglesia, vamos a vivir tantas oportunidades para experimentar el rostro misericordioso del Padre y para mirar más tarde con ojos de misericordia entrañable a los hermanos.
En otra dimensión, la que se corresponde con la vida de la Hermandad, la mejor forma de preparar la Coronación es dedicar todo nuestro esfuerzo a la buena marcha de la “Misión Cofrade”, tras este primer curso que concluimos con la grata impresión de que está siendo momento de gracia espiritual para la Hermandad y para cada hermano que en ella participa. Quiero destacar la fidelidad de todos a los encuentros mensuales, agradecer al Vicario Episcopal para la Nueva Evangelización, D. Adrián Sanabria Mejido, y a todos los monitores, su dedicación y entusiasmo, y solicitar de todos que mantengamos la misma implicación en los meses que restan hasta la Coronación. Son muchos y significativos los frutos que ya está dando este tiempo de oración, formación y convivencia entre los hermanos, y estoy convencido de que dejará un importante poso en la vida espiritual de nuestra querida Hermandad.
Por último, creo que es bueno también destacar que la obra social de la Coronación Canónica es la de promover y fomentar la ayuda y colaboración a las familias, fundamentalmente a través de la Fundación Diocesana de COFs Santa María, Reina de la Familia, en la cual se integra nuestra querido Centro de Orientación Familiar de San Sebastián. Además, la Archidiócesis de Sevilla ha querido encomendar la promoción de la I Semana Diocesana de la Familia a la Hermandad de La Paz, coincidiendo con el año preparatorio a la Coronación Canónica. Este encargo nos llena de satisfacción y apela a nuestra responsabilidad, y tengo el convencimiento de que marcará también el futuro de nuestra Corporación como portadora de este carisma de dedicación a la familia como una de las prioridades de la Iglesia de Sevilla.
A vivir intensa y profundamente, con hondura de espíritu, este año preparatorio llamo con especial afecto a todos los hermanos, pues es tiempo de siembra para cosechar con abundancia. A todos, mi felicitación y afecto en el Señor de la Victoria y mi oración ante María Santísima de la Paz.
Isacio Siguero Muñoz
Director Espiritual