Las obras de la Capilla Sacramental han finalizado ayer lunes 7 de septiembre y tras cinco semanas de intenso trabajo. Así concluye la primera fase de la mejora y acondicionamiento de la capilla realizada este verano.
Las obras han consistido en el cambio de solería para adaptarla al conjunto de la iglesia y el presbiterio del altar mayor, el cambio del zócalo de mármol, el tratamiento de las paredes con una terminación en estuco y la eliminación de los arcos de escayola que adornaban las esquinas. De esta forma la Capilla gana en esplendor y tamaño al haberse recuperado hasta 50 centímetros de pared en cada esquina.
Esta obra va a posibilitar la realización de la segunda fase de mejora que consistirá en la ejecución de un nuevo altar y retablo para acoger al Santísimo Sacramento y las Sagradas Imágenes. Esta segunda fase está aún en proceso de estudio y diseño de las diferentes alternativas a realizar.